
Han concluido hace escasas fechas las labores de intervención de conservación-restauración realizadas en la saya más antigua de Nuestra Señora de los Dolores, las cuales se han llevado a cabo en el taller de José María Espinar. Se trata de una saya de gran valor histórico para la corporación, la única conservada desde su etapa fundacional, que ya aparecía descrita en el primer inventario conocido de la Hermandad de Gloria, realizado en los primeros meses de 1955. Sus bordados, de buena escuela, juegan con la simetría y la asimetría en su composición y muestran tallos vegetales y pequeños motivos decorativos, habiendo constancia gráfica de que fue lucida por la Titular primitiva en algunas de las procesiones que realizó desde la antigua capilla en la segunda mitad de los 40 del siglo XX.
La intervención conservativa de la obra, totalmente respetuosa con sus elementos originales –que se han mantenido prácticamente inalterados durante décadas-, ha consistido en primer lugar en el desmontaje del forro, lo cual obligaba a desmontar también la pieza de recorte central de la saya, la única que no era original y que estaba cosida también al forro. Al desmontarlo se han encontrado diversos pliegos de periódico adheridos al reverso de la saya, indicando alguno de ellos la fecha, permitiéndonos así situar el momento de la confección de la saya a finales del s. XIX, más concretamente en torno a los años 1890 o 1891. A continuación, se procedió a realizar una limpieza mecánica de la obra, consistente en un micro-aspirado, realizando seguidamente una limpieza físico-química de los hilos metálicos de los bordados, elementos decorativos y tejidos de tisú dorado, consiguiendo eliminar diversas manchas de tinta negra que presentaban algunos bordados. Debido al estado de fragilidad que presentaba el tejido de soporte, un terciopelo negro de Lyon de buena calidad, se ha rehidratado mediante la aplicación de vapor frío.
A continuación, se han seleccionado los materiales para realizar la consolidación del tejido base y los bordados en aplicación, siendo estos tejidos de algodón para soportes locales e hilos de seda de dos y cuatro cabos, procediéndose a teñirlos mediante tintes sintéticos inalterables, específicos en la conservación y restauración textil. A causa de la debilidad del tejido se ha procedido a colocar un soporte general de algodón detrás de la obra, realizándose la consolidación de los desgastes y roturas en el tejido, utilizando hilos de seda de dos y cuatro cabos teñidos y agujas curvas. Del mismo modo, se han consolidado aquellos bordados en aplicación que presentaban roturas y desgastes fijándose aquellos hilos y elementos decorativos sueltos que presentaban los bordados mediante el uso de hilos comerciales y agujas curvas. Las decoloraciones que presentaban algunas zonas de la saya se han teñido controladamente mediante el uso de tintes sintéticos inalterables, específicos para la conservación y restauración textil.
Puesto que el motivo bordado de aplicación central original se había perdido y se sustituyó por otro tejido, tras valorarlo y consultarlo con la junta de gobierno, se ha estimado oportuno sustituir dicha pieza por otra realizada en un material de tisú metálico, similar a los tejidos de los bordados en aplicación. Dicha pieza se ha matizado con un tejido de tul teñido, se ha perfilado y se ha colocado en el mismo lugar donde estaba la anterior. Para finalizar, se ha colocado un nuevo tejido de forro de algodón, puesto que el anterior, al encontrarse tan débil, no cumplía la necesaria función de protección de la obra.
José María Espinar Rodríguez es graduado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales por la Universidad de Sevilla, y experto en restauración textil, habiendo realizado diversos proyectos profesionales en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.